Las Noches Fiadas (IV), por Jordán Estevan
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Punta de Lanza Poesia Narrativa Teatro Entrevista Ensayo


Teatro Las Noches Fiadas (Prólogo y Personajes, I, II, III)

por Jordán Estevan (Marzo, 1995)


CUADRO CUARTO (IV)

UNA HABITACIÓN POBREMENTE AMUEBLADA: EN LA DERECHA ARRIBA,LA PUERTA DE ENTRADA; AL LADO IZQUIERDO, UNA VENTANA A TRAVÉSDE LA CUAL SE VEN LOS TENDEDEROS, EN LOS QUE CUELGA ROPA DE MUJER:UNA FAJA, UN CAMISÓN, ALGUNAS BLUSAS, ETC. IZQUIERDA ABAJO;UN COLCHÓN SOBRE EL PISO CON UN PAR DE COBIJAS. EN EL LATERALDERECHO, UN TOCADOR SENCILLO, SOBRE ÉSTE UN PORTARRETRATOSCON LA FOTO DE UNA SEÑORA DE FACCIONES ADUSTAS. SOBRE LASCARCOMIDAS PAREDES, ALGUNOS POSTERS DE MUJERES DESNUDAS. EN ELCENTRO Y SENTADO EN UN SILLÓN DESHILACHADO EL BOLAS OBSERVAFIJAMENTE LAS VIEJAS VIGAS DE MADERA QUE SOSTIENEN EL TECHO. ENTRESUS PIERNAS SOSTIENE UNA BOTELLA DE RON BARATO, EN EL PISO HAYVARIAS BOTELLAS IGUALES, PERO YA VACÍAS, COLILLAS DE CIGARROPOR TODOS LADOS. AL ENCENDERSE LA LUZ SE ESCUCHAN UNOS FUERTESTOQUIDOS EN LA PUERTA, LUEGO LAS VOCES DE EL PANCHO Y EL HUESOS.

El         ¡Abre Bolas!                                Pancho:                                                El         ¡Sabemos que estás ahí ése, ábrenos!        Huesos:                                                

El Bolas:  (EN ESTADO DE EBRIEDAD PERMANENTE SE                   LEVANTA.  A PESAR DE ESO TRATA DE PARECER              LÚCIDO) ¡Lárguense!  No quiero saber nada              de ustedes, me cai.                         

El         ¡Si no nos abres tiramos  la puerta!        Huesos:                                                El         ¡Ábrele Bolas! ¡Tu jefa anda bien           Pancho:    preocupada por ti!                          

El Bolas:  ¡Me vale! ¡Todo me vale madres!                        ¡Lárguense!                                            (SE ESCUCHAN CUCHICHEOS AFUERA, FORCEJEAR              EN LA CERRADURA, LUEGO SE ABRE LA PUERTA.              ENTRA EL HUESOS CON UNA GANZÚA EN LA MANO,              LO SIGUE EL PANCHO).                       El         (MUESTRA LA GANZÚA AL BOLAS)  ¿Con ésto no  Huesos:    contabas, verdad, güey?                     El         ¿Qué pasó carnal?  Tenemos una semana que   Pancho:    no sabemos de ti.                           El         Si no es por tu jefa, que pasó por la       Huesos:    tienda cuando iba a trabajar.  Nos dijo                que viniéramos.                             El         Que tienes tres días aquí, encerrado        Pancho:    chupando.  ¿Por qué Bolas? ¿Qué te pasa?    El         Nos dijo que le robaste lo del gasto para   Huesos:    comprar alcohol, ya ni la chingas ése.      El Bolas:  Se los robé a mí madre hijo, no a la tuya,             así que, ¿cuál es tu bronca?                El         Calmado no te aceleres, sólo queremos       Pancho:    alivianarte como cuates que somos.          El Bolas:  Yo no soy amigo de maricones. ¡Así que a               la chingada!                                El         (EXALTÁNDOSE) ¡Uy ése! Se me hace que tú    Huesos:    andas buscando unos madrazos que andan por             aquí perdidos.                              El         (UN TANTO DESCONCERTADO)  Tranquilo         Pancho:    Huesos, lo venimos a                                   ayudar ¿no?  Aguanta.  (PAUSA)  ¿Es por                eso Bolas?  ¿Por lo que nos pasó?           El Bolas:  Ya les dije que no quiero saber  nada,                 ésos.  Su rollo es su rollo, conmigo no se             metan.                                      El         ¡Ni madre!  Si estamos aquí, es porque nos  Huesos:    conocemos desde chicos, somos cuates y te              vamos alivianar, aunque no quieras.         El         Espérate Huesos.  (Pausa)  Mira Bolas, lo   Pancho:    que a mí me pasó, yo ya lo traía, tú mismo             me lo dijiste muchas veces en plan de                  cotorreo.  El día que hablamos en la                   tienda, me dijiste que por eso no había                pedo.  Seguíamos siendo amigos, y ahora,               ¿por qué sales con ésto?  ¿Por lo que les              pasó a ti y al Huesos?                      El Bolas:  Nel... Me cae que no... No es por eso...    El         Por eso es Bolas, tú piensas que te puedes  Pancho:    volver como yo porque te jodieron, pero lo             que tú no sabes, es que eso se trae en el              coco.                                       El         Eso es cierto hijo, mira al Pancho y veme   Huesos:    a mí; me pasó lo que a ti ¿y qué? sigo                 igual, al Pancho no le pasó nada, y                    míralo.  Es pedo mental Bolas.              El         Por eso tienes miedo y te encierras aquí,   Pancho:    pero no te va a pasar nada carnal.  Yo soy             yo y tú eres tú.  Nadie te puede cambiar,              serio.                                      El         ¡Arriba Bolas, ánimo! Hay que sacarte la    Huesos:    caca que traes en la cholla, y para eso,               nos vamos al reventón que hay en el barrio             ¿Qué onda?  ¡Vámonos, ése!                  El Bolas:  Nel, los que se van son ustedes, pero                  antes quiero que sepan lo que pienso de                los dos.  (VA HACIA EL TOCADOR Y TOMA EL               RETRATO)  ¿Miran esto?                      El         Es el retrato de tu jefa. ¿Y qué con eso?   Pancho:                                                El Bolas:  Es mí madre hijo, algo que tú no tienes                mas que de adorno, según veo.  (El PANCHO              SE EXALTA PERO SE CONTIENE A LA VEZ)  Y tú             Huesos menos, ya sabemos que eres                      huérfano.                                   El         (SE EXALTA)  ¡No me busques por ahí pinche  Huesos:    Bolas! ¡Porque te la parto en tu propia                casa!                                       El         (LO TRANQUILIZA)  Aguanta Huesos, déjalo    Pancho:    que se desahogue, dale chance.              El Bolas:  Nel no tengo de que, pero sí les voy a                 decir por qué ya no la hago con ustedes.    El         ¡Uy, ay uy! estás muy trágico, carnal.      Huesos:                                                El         (AL HUESOS)  Ya tranquilo, no hagas olas.   Pancho:                                                El Bolas:  Como yo esté les vale madres.  Porque ya               no quiero saber nada de ningún huérfano;               al Huesos siempre lo conocimos así, pero a             ti hasta hace un rato Pancho, eres                     huérfano también.                           El         ¡A chingao! y eso ¿por qué? A ver           Pancho:    suéltala.                                   El Bolas:  (CON EMOCIÓN CONTENIDA)  ¿Por qué?  ¿No te             das cuenta por qué?  (LE MUESTRA EL                    RETRATO)  ¡Mírala!  Es mí jefa, ella me                enseñó a ser hombre, lo que a ti, la tuya,             no supo enseñarte.                          El         (AMENAZANTE)  Chántala BOLAS, me cae.       Pancho:                                                El Bolas:  (SIN INMUTARSE)  Por eso eres huérfano                 Pancho, porque no tienes una madre como                yo, que desde chico me dijo lo que tenía               que hacer como hombre que era.  Es ella,               véanla, ustedes la conocen.  Yo no soy                 huérfano, ella me hizo hombre, yo no soy               maricón como tú Pancho, ni valemadrista                como El Huesos.  No puedo serlo.  Que le               voy a decir ahora que me cogieron, me                  siento sucio, me siento mal, soy hombre y              me partieron.  (PAUSA, TOMA UN TRAGO DE LA             BOTELLA Y SE LAS PASA, YA MÁS CALMADO).                Quiero que se vayan, no quiero saber de                ustedes, sí ya sé que estoy borracho, pero             no importa.  Ya lo pensé mucho, hagan su               vida como quieran; yo no quiero recordar,              y ustedes me lo recuerdan todo, neta.  Por             eso mejor lléguenle cada quien por su                  lado.                                       El         Simón, le vamos a llegar.  Pero te voy a    Pancho:    decir una cosa. Andas mal Bolas, no le                 puedes echar la culpa a tus jefes de lo                que eres.                                   El         Nel, nomás imagínate ¿entonces yo a quién   Huesos:    se la voy a echar? Si no conocí a los míos             ¡Vale madre!                                El         Y tu jefa no te hizo hombre, hijo; porque   Pancho:    un hombre responde por sí mismo, sin                   echarle la culpa a los demás, y tú dices               que fue ella y no tú.  Si ya no la rolas               con nosotros no hay tos.  Pero grábate                 esto que aprendí últimamente: cada quien               es como quiere ser, como se sienta chido,              lo demás...                                 El         (LO INTERRUMPE)  ¡Lo demás son jaladas de   Huesos:    mecate! Eso es todo el rollo.  ¡Vamonos                Pancho!                                     El         Ya sabes Bolas, nosotros somos los mismos.  Pancho:    Cuando quieras aquí hay dos buenos                     cuadernos.  Nos vemos, piénsale un rato,               te hace falta.                              El         O no pienses ni madre, y menos en la tuya,  Huesos:    que es lo que sí te hace falta.  ¡Ah!  Si              quieres ir al baile es en serio, orita                 regresamos por ti.  (SALEN. EL BOLAS QUEDA             PARADO CON EL RETRATO EN LA MANO, TOMA LA              BOTELLA DEL TOCADOR, LE DA UN TRAGO Y VA A             SENTARSE AL SILLÓN.  LUEGO, MIRA EL                    RETRATO).                                   El Bolas:  Mí jefa, pobre vieja, como se ha jodido.               (PAUSA, LUEGO IMITA A SU MAMÁ)  ¡Tú haz                esto hijito!  ¡Tú eres hombrecito ayúdame              con esto!  ¡Los hombres deben ser                      responsables!  ¡Los hombres no lloran!                 ¡Los hombres no tienen miedo!  ¡Los                    hombres no esto!  ¡Los hombres no lo otro!              (RÍE DOLOROSAMENTE).  Tú misma no has de              saber lo que es un hombre; aunque digas                que mí padre lo era.  Para mí sólo es un               fantasma del que ya no quiero que me digas             nada... nada, ya no quiero pensar...                   Pronto ya no pensaré, será mejor.           

(SE LEVANTA SOMBRÍO, SE DIRIGE AL TOCADOR Y ABRE UN CAJÓN: SACA UNA CUERDA. CAMINA HACIA EL CENTRO ARRIBA, LANZA LA CUERDATRATANDO DE PASARLA ENTRE EL TECHO Y LA VIGA SIN CONSEGUIRLO.LO VUELVE A INTENTAR, NO LO LOGRA; UNA TERCERA VEZ Y TAMPOCO. A CADA INTENTO VA REFUNFUÑANDO EN CRESCENDO. LO HACEOTRA VEZ Y ACIERTA, PERO LA CUERDA SE PASA Y CAE SOBRE EL SILLÓN;RECORRE EL SILLÓN UN POCO HACIA ATRÁS, SE TREPAEN ÉL UN TANTO TAMBALEANTE; DE AHÍ PASA LA CUERDAPOR LA VIGA CON MAYOR FACILIDAD, SE LA CIÑE AL CUELLO YSE LANZA HACIA ADELANTE DEL SILLÓN. LA CUERDA SE ROMPEY ÉL CAE SENTADO EN EL SILLÓN PRORRUMPIENDO EN LLANTOHISTÉRICO. SEGUNDOS DESPUÉS ENTRAN EL PANCHO YEL HUESOS).

El         ¡Vamonos al reve carnal...! ¡Uta! ¿Qué es   Huesos:    esto?                                       El         ¡Me lleva!  (VA HACIA EL BOLAS QUE          Pancho:    PERMANECE SOLLOZANDO Y LE QUITA LA CUERDA              DEL CUELLO MIENTRAS LE HABLA UN TANTO                  NERVIOSO) ¿Qué querías hacer pendejo, ¿eh?              Muy chido tú, ¿no? con esto ya lo                     arreglas acá todo ¿Y tu jefa qué? que se               la lleve el diablo al fin que ya muerto ni             quien te diga qué onda, ¿verdad?            El         Cámara Pancho, ven. (LO LLEVA HACIA         Huesos:    PROSCENIO)  Este güey está grave hijo,                 ¿qué vamos hacer con él?                    El         No sé, es que, qué ondas de quererse dar    Pancho:    cuello.                                     El         Y todo porque al puñal ése, se le ocurrió   Huesos:    darnos por detrás, y lo pero es que ni nos             pagó, tú sabes.                             El         Bueno y ¿ahora qué? ¿Qué hacemos?           Pancho:                                                El         (VA HACIA EL BOLAS)  Vamos al reventón,     Huesos:    hijo.                                       El         Lo mejor es que olvides todo eso que te     Pancho:    jode por dentro, en serio.                  El         Nomás venimos por ti ése, hay unas chavas   Huesos:    en el baile de pelos, allá todo se te va a             borrar, neta.                               El Bolas:  (SE RECARGA EN EL RESPALDO)  Ya les dije               que no voy.                                 El         ¿Cómo te sientes? ¿No te rompiste nada?     Huesos.    (EL BOLAS NO CONTESTA. EL HUESOS MIRA LA               CUERDA ROTA)  Lo bueno es que estás                    pesadito, que si no ¡que chinga me cae!     El         Más o menos sabemos que cuete contigo       Pancho:    Bolas, pero ahí es donde está grueso, sólo             tú te puedes alivianar.                     El         Pero no de ese modo, hijín, porque así      Huesos:    jodes a otros.                              El         Yo la neta, ya no se me ocurre que onda     Pancho:    decirte.                                    El         No hace falta, acá estrella, ya se          Huesos:    convenció de que va con nosotros a la                  fiesta ¿verdad Bolas?                       El Bolas:  (CON LA MIRADA FIJA AL FRENTE).  Quiero                estar solo ésos, yo paso ya de juntarme                con ustedes; Lo que les dije hace rato es              verdad, serio.  No me nace, no puedo de                veras, en buena onda.  Ustedes ya no son               los mismos de antes, y yo tampoco.  Ahí                muere mejor, ahí queda.  (PAUSA,  EL                   HUESOS TOMA LA BOTELLA DEL TOCADOR, BEBE               UN TRAGO Y SE LA PASA A PANCHO; ÉSTE LE                TOMA Y LA DEJA EN EL TOCADOR NUEVAMENTE).   El         ¿Ora qué pedo Pancho?                       Huesos:                                                El         No sé, pirarnos, aquí sobramos.             Pancho:                                                El         (LO JALA HACIA UN LADO Y LE DICE AL OÍDO)   Huesos:    ¿Y si se ahorca otra vez?                   El         Pues, ese es muy su rollo, ¿no? ¿Yo que     Pancho:    quieres que haga?                           El         Simón, pero no hay que ser tan ojetes.      Huesos:    (PAUSA) ¡Vámonos! (AL MOMENTO DE SALIR EL              HUESOS RECOGE LA CUERDA)  ¡Me la llevo y               tómalo como quieras!  ¡Pero tú ya no te                ahorcas! aunque no seas mí cuate, ése.      El         Suave Bolas, nos cortas, no hay tos, pero   Pancho:    cuando quieras ya sabes donde encontrarnos             ¡Papas Huesos!                              El         (DESDE LA PUERTA LE MUESTRA LA CUERDA       Huesos:    MIENTRAS UN TANTO BURLÓN LE DICE)  ¡Y no               lo hago por ti, si no porque a lo mejor                tumbas el cuarto carnal! ¡La vemos!                    (SALEN. EL BOLAS OBSERVA A SU ALREDEDOR                MIRANDO CADA UNO DE LOS OBJETOS QUE HAY EN             LA HABITACIÓN).                             El Bolas:  Los únicos amigos que tenía, los acabo de              tronar, no quiero ser como ellos; no                   puedo, no debo ser así.  Me siento                     friqueado y es mejor estar solo, es mejor              no salir de aquí. (COGE EL RETRATO DE UN               LADO DEL SILLÓN Y LE HABLA).  Aquí contigo             estaré tranquilo, aunque a veces no                    soporte tus mentiras. Cuando hablas de mi              padre y dices que te quería mucho, como si             yo no supiera que te dejó cuando nací.                 ¿Por qué jefa?  ¿Se asustó al verte                    preñada?  Tu hombre te falló, esa es la                verdad.  De todos modos ya nunca lo voy a              buscar.  Me quedo aquí, contigo, los dos               solos mientras vivas.  (SE LEVANTA CON EL              RETRATO Y LO ABRAZA, CAMINA TORPE Y                    PESADAMENTE, SU MIRADA ES VAGA)  Necesito              que me abraces, como cuando era chico y                tenía mucho miedo en la noche...  Ya no                podré matar a mi padre, me falta el valor.              (PAUSA.  VA POR LA BOTELLA AL TOCADOR Y               LE DA UN BUEN TRAGO, LUEGO LA VUELVE A                 DEJAR AHÍ)  Quisiera ser como El Huesos,               porque no tiene a nadie, por eso no tiene              miedo de nada. Yo te tengo a ti y no sé                qué hacer, tengo miedo a todo aunque me                digas que los hombres no sienten miedo.                (AUSENTE)  Esa noche yo no quería salir...             (PAUSA) Mamá... me partieron... ¿Qué voy               hacer? Ya no me siento hombre, ya no soy               nada, no puedo vengarte de mi padre. No sé             quien soy, perdóname.  (BESA EL RETRATO Y              LO MIRA)  Yo no puedo ser así, como ellos,             nunca lo voy a ser mamá te lo juro.                    (SÚBITAMENTE LANZA EL RETRATO CONTRA LA                PARED)  ¡Pero tampoco me voy a pasar la                vida contigo! ¡Oíste! ¡No quiero hacerlo!              ¡Me siento mal! Tengo veinticuatro años,               date cuenta.  ¡Y no soy nada! (RECOGE EL               RETRATO)  De cualquier forma tú cooperaste             para esto y aquí estoy. ¡Mírame! No soy                nadie.  (VUELVE A ESTRELLAR EL RETRATO,                AHORA CONTRA EL PISO)  ¡No sirvo para                  nada! ¡Entiendes! ¡Para nada! Mis                      amigos... no... no quiero ser como                     ellos... ¡No  puedo! ¡No debo ser así! ¡No             debo ser así! ¡No... debo... ser... así...             no...!                                      

CAE AL PISO LENTAMENTE REPITIENDO ESTA FRASE, HASTA QUE SE CONVIERTEEN SUSURRO. TIRADO RECOGE EL RETRATO Y LO ABRAZA, LUEGO SE VAENCOGIENDO HASTA QUEDAR EN POSICION FETAL Y COMIENZA A TEMBLARMIENTRAS SE HACE EL OSCURO.


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