Las Noches Fiadas (Prólogo y Personajes, I, III, IV)
UNA SALA PEQUEÑA Y MODESTA: EN EL LATERAL DERECHO, UNAPUERTA QUE DA A LA CALLE. DE ESE MISMO LADO HACIA EL CENTRO UNSOFA LOVE SEAT CON DOS SILLONES Y UNA MESITA CONFORMANEL JUEGO DE SALA. ARRIBA IZQUIERDA, UNA MESA DE COMEDOR CON CUATROSILLAS; SOBRE LA MESA DOS BOTELLAS DE VINO, VARIOS REFRESCOS DECOLA, CIGARROS, CERILLOS, BOTANAS Y TRES CUBAS SERVIDAS. AL CENTRO,ARRIBA, UNA PUERTA QUE DA A LA RECÁMARA; DEL LADO IZQUIERDODE ÉSTA, UNA MESITA DE PARED CON UN TELÉFONO, ARRIBASOBRE LA PARED EL CUADRO DE UN PAISAJE COMÚN. SOBRE ELLATERAL IZQUIERDO, LA PUERTA QUE CONDUCE A LA COCINA. AL LADODERECHO DE LA RECÁMARA, UN PEQUEÑO LIBRERO CON VARIOSVOLÚMENES Y ALGUNAS ESCULTURAS BARATAS EN LAS PARTES DONDENO HAY LIBROS. DEL INTERIOR DE LA RECÁMARA SE ESCUCHA ELRUIDO DE ALGUIEN QUE VOMITA, SEGUNDOS DESPUÉS SALE EL HUESOSEMPUJANDO AL HOMBRE DE LA ESCENA FINAL.
Hombre: ¡Espérame! (SE PARA Y VOLTEA) ¡mira nada más! Con lo que me cuesta mantener mi casa limpia para que tu amigo venga y se vomite tan campante. El ¡Ya, ya! no la hagas cardiaca, ni que se Huesos: estuviera guacareando en la cama. Hombre: Pues no, pero como el baño está en mi recámara, ¡me la va apestar! El ¡Uy uy uy!, ¿muy acá? Bájale, después lo Huesos: lavas y ya... ¿o qué? vente vamos a chupar, ten, siéntate. (LE DA UNA CUBA, EL TOMA OTRA Y SE DIRIGE A LA PUERTA DE LA RECÁMARA) ¡Bolas! ¡Avienta todo porque aquí tenemos alcohol para un buen raund carnal!. Hombre: (SE LE QUEDA MIRANDO LASCIVO) Si no fuera por ese cuerpo que tienes, no los aguantaría, son ustedes tan corrientes, que hasta dan toques. El Usted no la haga de tos, (AMENAZANTE) ¡Y Huesos: no te quieras pasar de vivo ése, porque si no vale madres todo, me cai! Hombre: ¿Y ahora qué mosca te picó? El Nel, yo nomás te digo, llévatela suave. Huesos: Hombre: Pero papá, ahora si que no capisco ¿De qué me hablas? El No capisco, ¡te haces pendejo! ¿Quieres Huesos: que te lo diga? Hombre: Por favor, porque no me gusta nada como me miras, te prefiero amoroso. El Te me estás saliendo del carril carnal, no Huesos: me gustó como me llegaste cuando estaba con El Bolas, ya te había dicho que entre tú y yo acá, pero no delante de mis cuates ése, y la regaste delante del Bolas, llegaste muy mamoncito y eso conmigo no va. ¿La agarras? enfrente de mis cuates no güey ¿eh? paso ésta porque El Bolas es chido... Hombre: ¡Tú tienes la culpa! para que aprendas a no dejarme plantado. El (INTERRUMPIENDOLO) ¡Ni madre! yo te dije Huesos: que venía, y te dije; te voy a traer un chavo como a ti te gustan, y te lo traje pero te adelantaste. ¿A qué? ¡A regarla, nada más a eso! Hombre: ¡No no no!, discúlpame Celestino pero quedamos a las nueve, y desde esa hora te estuve esperando a ver a que horas se te hinchaban para venir. El ¡Bueno ya! A la hora que sea hijo, pero yo Huesos: cumplo mi palabra, en eso estuvimos de acuerdo cuando hicimos nuestro trato, que cada quien se iba a poner con lo suyo, ¿y qué? Hombre: (HACIÉNDOSE DESENTENDIDO) ¿Y que de qué, es bronca? El ¡No te hagas güey! que no has cumplido. Huesos: Hombre: (PÍCARAMENTE) ¡A cómo no! si yo siempre cumplo bien, ¿qué no te he cumplido a tu gusto, eh? El Te estoy hablando de mi lana, no le Huesos: juegues, las noches que me debes, las del sábado y domingo pasados, primero cúmpleme con eso hijo. Hombre Acuérdate Celestino que quedamos en que las noches que dices, te las pagaría en mi próxima quincena. El ¡Ni madre qué! Huesos: Hombre: ¡Ah no sí! Porque con el dinero que tenía les iba a hacer la cena a ustedes ¿con qué crees que compré esas botellas? El Pa lo que sirvió tu pinche cena, El Bolas Huesos: ya te la está regresando, al rato voy yo. Hombre: ¿Pues no dijeron que estaba muy rica? hasta yo me lo creí, con eso de que ni los huesos dejaron. El ¡Chale! ni que fuéramos qué; bueno, por lo Huesos: pronto llévatela suave, y delante de mis cuates ya sabes acá, chitón. Y ahorita con El Bolas vas a ver que chido y en la quincena te pones bonito con la feria, aquí no ha pasado nada ¿okey? Hombre: Okey Celestino okey, eres un cabroncito bien hecho ¿eh? El Pero católico mi rey ¿o qué? Huesos: Hombre: Con razón estás tan pervertido, de seguro fuiste monaguillo. El Simón ya sabes, no hay cuete. (EN ESTE Huesos: MOMENTO APARECE EL BOLAS UN TANTO DEMACRADO) El Bolas: ¿Qué onda ése mi Huesos? El ¿Qué pasó carnal? ¿Ya te alivianaste? Huesos: Porque yo apenas estoy entrando en calor. El Bolas: Nel pues más o menos, ahorita ya aventé todo lo que me había chupado allá con el Eustaquio. Hombre: ¿Quieres un alka seltzer? El Como le vas a dar eso, ¡no te la jales! Lo Huesos: que necesita es una cuba bien cargada pa que se le asiente el estómago, ten Bolas yo te la preparé échatela de un jalón pa que agarres color. El Bolas: ¡Uta hijo! la voy a volver, pero no hay tos. El Nel no vuelves nada, te la tomas y agarras Huesos: otra vez tu avión, neta. Hombre: ¿Estás seguro que así se va a sentir mejor? El Simón, yo así le hago cuando me pasa lo Huesos: mismo. Tómatela Bolas ¡Llégale hijín! El Bolas: Sale pues, a ver que pedo, ¡ahí va! (TOMA EL VASO RÁPIDAMENTE, LO TERMINA, LUEGO HACE UN ESFUERZO POR NO VOMITARLO) ¡Augh uta madres! El (MIENTRAS LE DA MASAJE EN EL VIENTRE) huesos: Aguántalo, orita se te pasa carnal, aguántalo, sí lo aguantas ya la hiciste, me cae. Hombre: Qué bárbaro, cómo te atreves a hacerle eso. El Tú que sabes hijo, usted nomás vea como huesos: nos alivianamos los chidos, ¿ya te asentó hijín? El bolas: ¡Cincho carnal! me cai que ya estoy agarrando carril, la neta que hasta siento las tripas calientitas. Hombre: Qué bueno, y como aquí no ha pasado nada, que siga la fiesta, para que pase lo que tenga que pasar.
Hombre: Sirve las cubas Celestino, porque se me hace tarde. El !A güevo¡ pásame tu vaso, vente Bolas, Huesos: para servirnos a nuestra medida ¿o no? Hombre: Sírvanse como gusten, pero la mía la quiero suave, mientras voy a poner música a mi recámara, porque los enchufes de la sala no sirven. El ¿Sabes qué? ponte unas rolas acá suaves, Huesos: para estar chido. El Bolas: (SIRVIÉNDOSE) ¿Qué onda con este pinche ruco, Huesos? me cae que yo no sé qué pedo todavía. El Tú aguanta carnal, la onda está en bajarle Huesos: una feria y chuparnos éste pomo. El Bolas: ¿Tú crees que suelte la lana? a mí me da mala espina no sé porque hijo, neta que se ve tacañón. El Nel sí la suelta, yo lo conozco desde hace Huesos: un rato, nomás hay que llenarle su jarrito. ¿Sabes qué? como a ti te acaba de conocer, va a querer que seas el primero, tú nomás tranquilo y no hagas iris, ya quedó de darme la pachocha, yo después te doy tu parte. El Bolas: Simón no hay cuete, pero ¿cuanto nos va a dar? (SE ESCUCHA MÚSICA MODERNA EN LA RECAMARA) El Nel, pues no me dijo cuanto, pero me cae Huesos: que a mí siempre me aliviana bien, lo que me dé, ya sabes, vamos por mi tía. El Bolas: Sale, nomás no me vayas a transar pinche Huesos. El ¡Uy ése! ¿cuanto te ha transado hijo? Huesos: El Bolas: ¿Te digo cuándo carnal? El A ver ¿cuándo cabrón? Huesos: El Bolas: Nunca hijín, es un decir, no hay tos. Yo sé que tú siempre eres el que consigue todas nuestras movidas, ¡salucita! Hombre: (SALIENDO DE LA RECAMARA) Ya está, no hallaba ese casset, ¿cual es la mía? El Esta... oye esa no es la música que te Huesos: dije que pusieras. Hombre: Es que la música suave es para más tarde Celestino. No seas ansioso, además ¿qué no te gusta la que puse? El Huesos: Simón, a mí me gusta de tocho morocho. Hombre: Bueno, pues con esto ambientamos la reunión mientras tomamos una copa; luego en su momento viene la música suave, romántica, lo adecuado en estos casos, ya se sabe. El Nel, pues como quieras, a mí las baladas Huesos: cuando ya ando medio acá, me prenden chido. Pero no hay fijón, salud. El Bolas: Yo me voy a a echar un hidalgo más, porque con la guacara se me bajo el avión, ésos. El Tú llégale a tu vicio. (EL BOLAS APURA SU Huesos: VASO Y VA A LA MESA A SERVIRSE OTRA VEZ) Hombre: Oye Celestino,.. creo que tienes razón, sí. El ¿Por qué? ¿qué onda? Huesos: Hombre: (MIRANDO AL BOLAS Y CON VOZ EXCITANTE) Que de una vez pongo la música suave, las baladas ¿no crees? El ¿Ya tan pronto? Huesos: Hombre: Sí, es que yo mañana tengo que trabajar temprano, ustedes aquí la pueden seguir hasta en la mañana cuando yo me vaya, por eso no hay problema. El Okey, entonces cambia tu música, mientras Huesos: yo le digo a estrella, órale. ¡Bolas! (EL HOMBRE ENTRA EN LA RECAMARA) El Bolas: ¿Qué onda ése? El Lo que te dije carnal, ¡a lo que te truje Huesos: chencha! sobres hijo, ya sabes, mita y mita. El Bolas: ¿Ya güey? deja me tomo ésta, (LO HACE) y me sirvo la ostra pa entrar en caliente y ni se siente. El Llégale, nomás no me falles hijo, ya te Huesos: veo medio borroso otra vez, luego me vas a salir con que nomás no paraguas ¿eh? El Bolas: ¡Cómo de que ño! Si hasta tirantes le pongo. El (MIENTRAS SE ESCUCHA LA MÚSICA) A mí ponme Huesos: una hermana hijo, con eso me conformo. El Bolas: Nada mas tengo una que me cuelga de campana. El ¡Bueno ya!, déjate de albures. Huesos: Hombre: (APARECE EN EL MARCO DE LA PUERTA, LLEVA PUESTA UNA PIJAMA ROJA) ¿Contento Celestino? Ahí esta la música suavecita que querías. Bolas, ven, te voy a bautizar papi, hoy seré tu madrina, mientras tu amigo Huesos queda en la lista negra de espera. (PAUSA) ¿Vienes o voy? El Bolas: Ahí voy, mientras acomódate. (El HOMBRE ENTRA A LA RECAMARA) ¿Puta ése! está desatado, ¿lo viste? Pinche ruco, ¡que loco me cai! El ¡Sobres pues! Dale su amansa locos carnal Huesos: El Bolas: Simón no hay pedo. (TERMINA SU CUBA Y VA HACÍA LA RECAMARA, SE DETIENE EN EL MARCO DE LA PUERTA) ¡Huesos! prepárame una bién cargada para cuando termine, ¡como regalo de bautismo hijín! El ¡Sale ahorita! (EL BOLAS ENTRA, EL HUESOS Huesos: SE LEVANTA Y VA A LA MESA, UN POCO TAMBALEÁNDOSE, SIRVE DOS CUBAS, UNA LA DEJA SOBRE LA MESA. LUEGO SE DIRIGE A LA RECAMARA PARA ATISBAR POR LA CERRADURA; SONRÍE. VE EL TELÉFONO QUE ESTÁ SOBRE LA MESITA AL LADO IZQUIERDO DE LA PUERTA, LO DESCUELGA Y MARCA) ¡Bueno!... ¿A dónde ha... ¡quiubo pinche Taquio! ¿Qué onda carnal?... ¿Cómo estás?... ¿Las qué?... ¿La una y qué?... Es temprano, oye ¿qué pasó con El Pancho, ya lo mandaste a su casa?... ¿Qué? ¿Dormido contigo? mira que pronto se "cogieron cariño"... ¿eh? Aquí en la casa de un colega tuyo, ¿oye sabes qué? ¿Cómo te sientes con El Pancho ahí?...¡Vientos Eustaquio! Entonces en la mañana paso por mi primer cincuentón... ¿Qué?..., de la tienda hijo... ¿eh?..., súbele el precio a los frijoles... nel, yo sé que los consigues... o te quito al Pancho me cae... ¿Qué cómo? ¡Uta eso es lo que sobra!... Ya sabes los cincuenta y unas chelas pa curármela en la mañana... órale, simón, sale. (EL HUESOS CUELGA, EN ESTE MOMENTO SE ESCUCHAN GOLPES Y GRITOS EN LA RECAMARA, EL HOMBRE SALE CORRIENDO HASTA LA SALA, LLEVA PUESTO SOLO EL PANTALON DE LA PIJAMA, LO SIGUE EL BOLAS CON EL TORSO DESNUDO TAMBIÉN Y LA CAMISA EN LA MANO)
El Bolas: (FURIOSO) ¡Ayúdame Huesos!, ora sí ya valió madres esto. El ¿Qué pedo traen? No capisco, ¿qué pasó Huesos: Bolas? El Bolas: Ora sí me vas a hacer el paro pinche Huesos, ¿ora sí tengo la razón me cai! Hombre: ¿Defiéndame Celestino! ¡Están en mi casa! ¡Acuérdate! El ¿Qué onda? Espérate Bolas. (El HOMBRE SE Huesos: COLOCA ATRÁS DE EL HUESOS) ¿Cual es la bronca ésos? El Bolas: No te vayas a culiar Huesos, porque me cae de a madre que tú y yo como cuates hasta aquí la hicimos, neta. Hombre: ¡No le hagas caso! Están en mi casa Celestino, no le hagas caso, acuérdate. El ¡Bueno ya! Di qué pedo pasó Bolas. Huesos: El Bolas: Este güey se quiso pasar de listo hijo, me quiso... se me quiso voltiar, ¡me pico con sus putas manos! Dejame madrearlo Huesos me cai, pa que se eduque carnal, neta. El Simón hijin, pero espérate tantito Bolas, Huesos: calmado. Hombre: ¡Tú no puedes hacerme eso Celestino! ¿No eres... El Tranquilo mí rey, tranquilo, ahorita lo Huesos: arreglamos, no se me desespere. (El HUESOS LO COGE FUERTEMENTE DE LOS BRAZOS) La cagaste hijo, ¿no te das cuenta? No estás en tu día, lo que es hoy, ya regaste mucho el tepache ¿eh? Hombre: ¿Óyeme Celestino! ¡Tú no vas ayudarle a que me pegue, no puedes hacerme eso! El Bolas: Deténmelo hijo, mientras me desquito chingón. El ¡Nel, nel! calmado hijin, déjame llegar a Huesos: un arreglo. El Bolas: ¡Ni madre! ya te lo dije pinche Huesos, aquí la cortamos me cai. El (COLOCANDO AL HOMBRE FRENTE AL BOLAS) Huesos: ¡Bueno va! Llégale hijo, desquítate, pero no muy duro. Hombre: ¡No Celestino! no lo hagas porque te vas a... (EL BOLAS LE PEGA VARIOS GOLPES EN LA CARA Y ABDOMEN. LUEGO EL HUESOS QUE LO SOSTIENE POR LA ESPALDA LO SACA DEL ALCANCE DE EL BOLAS RÁPIDAMENTE). El ¡Ya, ya estuvo Bolas! no seas picado ése, Huesos: ya te desquitaste ¿no? Calmado. Hombre: (MIENTRAS EL HUESOS LO ACOMODA EN UN SILLÓN) Eres un hijo de la chingada Celestino, pero esto no se va a quedar así, van a ver. El ¿Por qué? Después de que tú eres el que la Huesos: riega todavía me la haces de bronca a mí, te lo quité ¿no? Si no es por mí todavía te estaría dando hasta por las orejas, es más... ¡Bolas síguele! yo ya no me meto, me cai. Hombre: ¡No Celestino! ¡Ya no por favor! El ¿A verdad güey? Ya Bolas, llégale a tu Huesos: cuba para que te calmes, y tú ya no la hagas de tos, la regaste con El Bolas, se desquitó. Ya están a mano, no hay cuete, ahora chóquenla como amigos. Hombre: ¡Ahora sí que nada más eso me faltaba¡ Después de que me golpea y encima quieres qué...¡Que poca tienes, eh! El Porque tú tuviste la culpa hijo ¿o no? Huesos: Hombre: Tal vez sí, pero como quieres que yo le... El ¡No hay tos ése! Yo sé lo que te digo, Huesos: házme caso órale, Bolas dale la mano, hijín, pa que vea que eres cuaderno. El Bolas: ¡Ni madre! Primero que me pida perdón, y se le doy me cae. El No mames pinche Bolas, sí ya te lo Huesos: madreaste. Hombre: Vaya, vaya, veamos. (CAMBIANDO DE ACTITUD) Está bien Celestino, yo la regué, lo acepto, Bolas discúlpame, te prometo que si vamos a ser amigos no volveremos a tener problemas, y ahora para que veas que no te guardo ningún rencor, espérame tantito. (ENTRA EN LA RECAMARA) El Bolas: ¡Puta! ¡Ahora qué va a hacer hijo? No vaya a sacar fusca carnal. El Nel hijo, no tiene, yo ya he registrado el Huesos: cantón no creas que soy muy confiado, es buena onda este puñalón, tú nomás llévatela suave con él. Hombre: (SALE DE LA RECÁMARA YA CON SU PIJAMA COMPLETA Y UN BILLETE DE CIEN PESOS EN LA MANO) Mira ésto Bolas, como prueba de mi amistad, toma. El ¡Agárralo güey! ¿Qué te dije? éste cabrón Huesos: es chido, ¿o no Bolas? El Bolas: Simón, (COGE EL BILLETE) gracias ése, aquí están mis cinco dedos. Hombre: Aquí está la mía. Bueno, ahora que ya no hay malentendidos, voy a poner música y a servirles unas cubas, ¿les parece bien? El Bolas: Yo las sirvo, por eso no hay fijón. Hombre: No no no, yo se las preparo, ustedes mientras terminense la que tienen, voy a a poner las baladas que te gustan Celestino. El Nel hijo, ¿sabes qué? pon la música que Huesos: quieras la que te guste, llégale. Hombre: Bueno, entonces permítanme tantito. (Entra a la recamara) El Bolas: Ya tenemos ésta feria para mañana carnal. El Con eso vamos al menudo en la mañana para Huesos: alivianar la cruda, luego pasamos a la cantina "La morenita" con el Eustaquio por unas chelas y una corta que me debe para seguirla y a ver si nos jalamos a Pancho. El Bolas: Por lo pronto tenemos para pasarla a gusto un buen rato mañana. (Se escucha música) El Qué onda, nos estamos adelantando, ahorita Huesos: es cuando hay que reventarse ¿o no? El Bolas: Cincho carnal, que locos. Hombre: (LLEGANDO) ¿Listos? a ver pásenme sus vasos. (LOS TOMA VA Y LOS SIRVE A LA MESA) A ver, cargadita para ustedes, y suave para mí... El Pasame los tabacos que estan en la mesa Huesos: hijo, aviéntamelos. Hombre: No, mejor te los llevo, quiero ser buen anfitrión, y ahorita les doy sus cubas, ten. (EN EL MOMENTO QUE ELLOS ENCIENDEN SUS CIGARRILLOS EL HOMBRE SACA DOS PASTILLAS DE LA BOLSA DE SU PIJAMA Y LAS PONE EN LOS VASOS DE ELLOS ) Bueno, bueno, creo que ahora sí podremos brindar como verdaderos amigos, ¿no creen? El Bolas: Agüevo que sí, salud. El Sale, salucita. Huesos: Hombre: Un momentito, les propongo un hidalgo en nombre de nuestra amistad, le cae al que deje algo ya se sabe, ¿salud! (TODOS BEBEN HASTA EL FONDO) El ¿Saben qué? ya me estoy sintiendo medio Huesos: acá, en estado sabrosón. El Bolas: Yo ya ando pedo, pero pues bien , normal. Hombre: Bien, pásenme sus vasos para servir las otras, pero esta vez las tomamos despacio, como la gente ¿eh?... Digo como gente normal que somos. El ¡Va! (LE ENTREGA EL VASO, LUEGO LO OBSERVA Huesos: POR UN INSTANTE DE MANERA SOSPECHOSA) Oye hijo... ¿Por qué cambiaste?... No entiendo, ¿Por qué cambiaste de pronto con El Bolas en buena onda?.. Eso es lo que no ... no me late... Hombre: Pero, ¿no era eso lo que querías Celestino? El Simón, pero ahorita lo pensé y se me hace Huesos: raro, porque te conozco y sé que eres durazno de perder, me cae. El Bolas: Pero no hay tos Huesos, nosotros también somos acá, machines ¿o qué no? El Cincho carnal, pero déjalo que me diga, Huesos: porque yo sé que algo se trae acá estrella. Hombre: Bueno, te tardaste poco Celestino, porque a ti no se te va una, pero ya se te fue. (PARA SÍ) Más bien al rato. El Que te dije Bolas, a ver ¿qué onda ése? Huesos: escupe lupe, porque ese cambio no me pasó, ¿le hablaste a la tira o qué pedo? Hombre: No Celestino, no llamé a nadie, puedes estar tranquilo. No los voy a meter al bote a ninguno. El Bolas: (SIN ENTENDER) ¿Qué ondas Huesos? El (AL HOMBRE) ¿Entonces cuál es tu rollo, Huesos: hijo? tú tranquilo Bolas... ¿eh? ¿cuál? Hombre: Te lo voy a decir, creo que te da tiempo de que me escuches, pero no quiero que me interrumpas, sólo yo voy hablar para que luego no digas que te engañé, quiero ser derecho contigo, y también contigo. Me caen bien los dos machitos, por lo mismo los voy a prevenir. El Bolas: No entiendo nada, carnal. ¡Por qué es la bronca? El Nel, pues que acá te quiere cobrar los Huesos: madrazos que le diste, pero todavía no sé cómo, ése. Hombre: No papá, no has entendido, déjenme explicarles para que entiendan. En primera no son los golpes, sino la propuesta que le insinué al Bolas en la cama. El ¡Eso no tuvo madres, hijo! nosotros no Huesos: somos acá, ¡no mames! Hombre: Ese fue mi error, pero ya no me interrumpan sino no van a escuchar todo lo que les voy a decir ¿está bien? El Bolas: Neta que yo ya no sé qué pedo. El (ENCOLERIZADO) ¡Chingao, ya dinos qué onda Huesos: pues! Hombre: Así me recuerdas a mi papá, Celestino, era igual que tú, con esos desplantes de macho que tienen todos ustedes. Bueno, voy al grano. Te decía que... pero, claro es que tengo que empezar por él, te decía que te le pareces, por eso lo recuerdo, y al hacerlo, con su imagen siempre viene la de mi madre, agachada ante su presencia todo el tiempo, es muy común, eso se sabe bastante. El ¿Y eso que tiene que ver con nosotros, Huesos: ése? no te la jales... ¿Cómo tu jefe? ¡Ni lo conozco! Hombre: ¡No seas ansioso y déjame terminar! y lo sabrás antes de que te duermas. ¡Y sí tiene que ver aunque no lo hayas conocido! ¿Eh? El Bolas: (HABLANDO CON DIFICULTAD) ¡Huesos! ¿Qué... qué onda?... Porque yo... ya... me siento hasta... hasta... atrás. El (SIN HACER CASO A EL BOLAS) ¿De que me Huesos: duerma? Ora sí ya no te entiendo, estoy hasta "trasparente" pero no me duermo hijo, a ver explícame tu rollo. Hombre: No es mi rollo Huesos, el mío está bien explicado, es el tuyo el que te quiero aclarar. Por eso le hice la propuesta a tu amigo en mi cama. Debí suponer su reacción y me hubiera ahorrado los golpes. En fin, que no comprendieron que lo único que yo quería era ayudarlos a encontrar su felicidad, el verdadero sentido de sus vidas. El ¡Uy uy uy, no mames! ¿pues de cuál fumaste Huesos: que ni color me di? (EN EL TRANSCURSO DEL DIÁLOGO EL BOLAS SE HA QUEDADO DORMIDO Y EL HUESOS SE IRÁ ABANDONANDO SOBRE EL SOFÁ, SIN PERDER EL CONOCIMIENTO DEL TODO HASTA EL FINAL DEL ACTO). Hombre: Sí, Celestino. ¡Huesos! Tú igual que mi papá son muy machos, pero en el fondo iguales a mí. ¿Sabes por qué? Porque no pueden tratar a las mujeres como seres humanos. No saben qué hacer con ellas cuando las tienen, sólo saben agredirlas. Mi padre siempre jodió a mi mamá; la maltrataba, la golpeaba, la humillaba, y ella ahí siempre callada. Lo lavaba, le hacía de comer, lo curaba, que aguante ¿eh?, ya quisiera cualquier macho como ustedes aguantar la mitad de lo que una mujer puede soportar. Y mi padre ahí se imponía viéndola como su gata, su criada (IRÓNICO) ¡No como la media naranja que todos dicen buscar! ¡No! ¡qué va! A veces me daba la impresión de que la odiaba. Son tantos los recuerdos jodidos que tengo de él sobre mi madre, que si hubo uno bueno, los otros ya lo borraron. Sin embargo, conmigo nunca se metió, a mi siempre me dejó al cuidado de ella, por eso todo el tiempo me tocó verla llorar en silencio y aguantar, ¡aguantar! ¡siempre aguantar! por las cosas de un imbécil en las que ella no tenía la más mínima culpa. ¡Porque ella no era culpable de que su macho no supiera ser hombre! ¡No!... Y ser macho no es ser hombre, Celestino. Ser macho es ser como yo ¿sabes por qué? Porque a mí no me gusta cohabitar con las mujeres, ni a los machos tampoco. Por eso los que lo hacen acaban por frustrar la vida de ellas para siempre, porque viven en contradicción consigo mismos, y como consecuencia viven tronando toda su puta vida. Por eso, Celestino, hoy te voy ayudar a que sanes de ese mal, también al Bolas, para que ya sepan a lo que le tiran los dos, a lo mejor hasta hacen pareja con el tiempo, y de paso le salvamos la vida a dos mujeres. Ven papi, te voy a curar por el placer de hacer el bien. El (YA CASI DORMIDO MIENTRAS EL HOMBRE LO Huesos: TOCA) ¡Estás... estás loco, ése! ¡Qué rollo te traes me cai! Hombre: Les di una pastilla para dormir Huesos, ¿me oyes? los voy a bautizar, sólo que ahora soy el padrino, porque la madrina está dormida. Les voy a dar sus enchiladas de olla como el banquete de bautizo. (EL HUESOS DA UN LIGERO BRINCO TRATANDO DE SAFARSE PERO LAS FUERZAS LO ABANDONAN. EL HOMBRE LE DESABROCHA EL PANTALÓN SONRIENDO). El ¡Vete a la chingaaa...! Huesos: Hombre: Ven Huesitos, hoy va a cambiar tu vida, desde ahora comerás tu arroz con leche y tu coca cola hervida. Hasta en verso me salió papi. ¡Y ahora en el nombre de mi madre, papá! (OSCURO SUBITO)