Las Noches Fiadas (III), por Jordán Estevan
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Punta de lanza Poesia Narrativa Teatro Entrevista Ensayo


Teatro Las Noches Fiadas (Prólogo y Personajes, I, II, IV)

por Jordán Estevan (Marzo, 1995)


CUADRO TERCERO (III)

ESCENOGRAFÍA DEL PRIMER ACTO: SON LAS OCHO DE LA MAÑANA,SOBRE LA BANQUETA PANCHO CAMINA DE UN LADO PARA OTRO, SEGUNDOSDESPUÉS SALE EUSTAQUIO DE LA TIENDA.

El         ¿Qué pasó? ¿Qué te dijo?                    Pancho:                                                Eustaquio: ¡No, no lo puedo creer! ¡Ay Pancho que                 emoción!                                    El         ¿Por qué? ¿Qué onda?                        Pancho:                                                Eustaquio: ¡Me dijo que sí! Que no había problema,                que te puedes venir a vivir con nosotros               cuando quieras.                             El         Esto se está poniendo bueno.                Pancho:                                                Eustaquio: ¿Verdad que sí? ¡Ay Pancho abrázame me                 siento tan feliz!                           El         (ABRAZÁNDOLO) ¡Yo también me siento bien    Pancho:    acá, en serio!                              Eustaquio: (IDEM) Mi mamá está bien contenta, ¡ay                 Pancho te quiero mucho!                     El         ¡Igual Eustaquio, me cae! pero,             Pancho:    (SEPARÁNDOLO) calmado que nos pueden ver,              espérate.                                   Eustaquio: ¿Quién?                                                                                            El         La gente, los vecinos, no sé.               Pancho:                                                Eustaquio: ¿Y qué tiene que nos vean? Ya nos conocen.                                                         El         Pues sí,  pero no de este modo.             Pancho:                                                Eustaquio: De todas maneras nos van a conocer, ¿o no?                                                         El         Simón pero...                               Pancho:                                                Eustaquio: Se tienen que acostumbrar a vernos aunque              no quieran ¿no crees?                       El         Nel, nos van a conocer porque vamos a       Pancho:    vivir juntos, pero no porque nos vean acá,             amachinados.                                Eustaquio: Es que, ¿qué tiene que te abrace Pancho?                                                           El         No tiene nada Taquio, pero la bronca es     Pancho:    que a mí no me gusta hacer esto en la                  calle.                                      Eustaquio: ¿Por qué, te da vergüenza?                                                                         El         (EXALTADO) ¡No seas pendejo!                Pancho:                                                Eustaquio: (ASUSTADO) ¡Ay qué hice!                                                                           El         (CALMÁNDOSE) Discúlpame, pero no vuelvas a  Pancho:    decir eso Eustaquio, yo creo que si me                 siento a gusto así, no tengo por qué                   sentir vergüenza, neta.                     Eustaquio: Perdóname Pancho, qué tonto soy.                                                                   El         No hay tos, pero si vamos a vivir juntos    Pancho:    es mejor que te diga dos tres rollos que               traigo en el coco desde hace un rato.       Eustaquio: Por mí ya sabes que no hay problema                    Pancho, lo que tú quieras está bien.        El         Nel, tú aguanta callado, déjame hablar.     Pancho:                                                Eustaquio: Ay bueno, pues a ver.                                                                              El         Lo primero, es que no quiero que vuelva a   Pancho:    pasar lo de ahorita.                        Eustaquio: ¿El abrazo? Pero si tú también...                                                                  El         (INTERRUMPIÉNDOLO) Me dejé llevar lo sé,    Pancho:    pero te lo repito, no es vergüenza, porque             si me gustaran las mujeres, haría lo                   mismo, yo soy así por eso te lo digo, tú y             yo solos acá, pero nada de fajes delante               de tu jefa ni de nadie. ¿Cómo ves?          Eustaquio: Está bien Pancho, ya te dije que no hay                problema.                                   El         Suave, así me gusta.                        Pancho:                                                Eustaquio: Sólo me lo tengo que grabar, porque a                  veces me dejo llevar por mis impulsos.      El         Es cosa de que nos vayamos acostumbrando.   Pancho:                                                Eustaquio: ¡Ay claro! Eso es fácil,  ¿no crees?                                                               El         Simón, lo chido es que nos estamos          Pancho:    entendiendo.                                Eustaquio: Eso es lo mejor, y presiento que nos vamos             a llevar retebien vas a ver.                El         Yo me imagino lo mismo me cae, y acá        Pancho:    (SEÑALA HACIA LA TIENDA) ¿cómo la ves tú?   Eustaquio: ¡Uy no! Mi mamá es un amor no sabes,                   espérate a que la conozcas bien y verás.    El         Sí, se ve.                                  Pancho:                                                Eustaquio: Cuando hablé con ella me dijo que le daba              mucho gusto que yo tuviera un amigo en la              casa, y que hoy mismo nos va a comprar                 sábanas nuevas y pijamas a los dos.         El         ¡Uy que alivianada! Me cae muy bien,        Pancho:    serio.                                      Eustaquio: Tú también le caiste rebien, "es muy                   guapo" me dijo.                             El         ¿Y tú que le dijiste?                       Pancho:                                                Eustaquio: Que le iba a decir, ella sabe que tengo                buen gusto o ¿no?                           El         Pues claro, ¿por qué no?                    Pancho:                                                Eustaquio: Que te pareces mucho a uno de sus                      abuelitos, dice que era el hombre más                  guapo de Michoacán.                         El         ¿Ella es de allá?                           Pancho:                                                Eustaquio: Nació allá, pero ya tiene muchos años                  aquí. Como ves, ya hasta te encontró                   parecido con sus antepasados, Pancho.       El         No hay fijón hijo, me siento de peluches,   Pancho:    neta.                                       Eustaquio: Yo también. Bueno, yo creo que ya es hora              de que te prepare de almorzar ¿no?          El         Nel, ni hambre tengo, con el jugo de        Pancho:    naranja que me diste cuando nos levantamos             la hago, además te voy a decir una cosa.    Eustaquio: ¿Ahora qué?                                                                                        El         Mira, voy a vivir contigo, pero tampoco     Pancho:    quiero ser un mantenido.                                                                           Eustaquio: ¡Ay Pancho! ¡Tú por eso ni te fijes!                                                               El         ¡Como no! si la hacemos juntos que sea      Pancho:    bien. Quiero tener una chamba para                     comprarme mis cosas, alivianar a mi jefa y             a la tuya que es donde voy a vivir.         Eustaquio: ¿Oye, tu mamá sabe que tú...?                                                                      El         Como lo va a saber, si yo ayer todavía no   Pancho:    me decidía.                                 Eustaquio: Tienes razón, no lo había pensado.                                                                 El         De todos modos, yo creo que ella más o      Pancho:    menos se las huele.                         Eustaquio: ¿Por qué piensas?                                                                                  El         Pues porque mis carnales que son más        Pancho:    chicos que yo, le platican de sus novias y             de los desmadres que arman con ellas, y yo             nunca le cuento nada de nada.               Eustaquio: Dirá que es por lo serio que eres.                                                                 El         Nel, ella dice que yo soy su esperanza,     Pancho:    que yo nunca la voy a dejar; que, que                  bueno que no ando con ninguna vieja                    resbalosa como mis hermanos, que por eso               soy su hijo consentido.                     Eustaquio: ¿Y sí es cierto eso?                                                                               El         Simón, me quiere más que a los otros; a     Pancho:    mis hermanos los trae a carrilla, a mí no              me dice nada, porque yo he crecido junto a             ella y los demás no tanto, me conoce bien,             por eso te digo que se las huele cuál es               mi onda.                                    Eustaquio: Pero tú se lo vas a decir también ¿no?                                                             El         Ahorita no, voy a dejar pasar un rato,      Pancho:    luego se lo digo, no sé porque, pero estoy             seguro que hasta gusto le va a dar.         Eustaquio: ¡Como mi mamá! Hubieras visto la cara que              puso, parecía que iba a ser ella y no yo.   El         ¿Serio? Bueno, pues por lo pronto yo me     Pancho:    voy a conseguir trabajo, es temprano, con              suerte y hoy encuentro, así le doy una                 sorpresa a mi jefa.                         Eustaquio: Ojalá que sí Pancho, yo voy hacer                      changuitos para que lo consigas.            El         Entonces nos vemos al rayo.                 Pancho:                                                Eustaquio: Te espero a la hora de comer de todos                  modos.                                      El         Simón, o antes. (VA A SALIR POR LA          Pancho:    IZQUIERDA PERO SE DETIENE) Ahí vienen los              pedotes del barrio, ¿ya viste?              Eustaquio: ¡Ay sí! Todos revolcados.                                                                          El         Se han de haber jeteado en la calle, yo     Pancho:    mejor les doy la vuelta, nos vemos. (SALE              POR LA DERECHA)                             Eustaquio: Hasta la hora de comer, Pancho, acuérdate.             (ENTRA EN LA TIENDA)                        

(MOMENTOS DESPUÉS APARECEN EL HUESOS Y EL BOLAS, SUS ROPAS ESTÁN MANCHADAS DE POLVO, VIENEN HABLANDOANTES DE ENTRAR A ESCENA)

El         Cuando me desperté no sabía ni dónde        Huesos:    estaba.                                     El Bolas:  Nel yo te vi y dije ¡qué onda! no                      recordaba nada, y con esta sed que me                  cargo gruesa. Sobres Huesos ¿no?            El         Abuelita, deja ver qué purrún.              Huesos:                                                El Bolas:  Bájale eso al Taquio de boleto.             El         (ASOMÁNDOSE A LA TIENDA) ¡Eustaquio! ven    Huesos:    carnal.                                     El Bolas:  ¿Ya viene?                                  El         (ASOMÁNDOSE AÚN) Está con su jefa, pero ya  Huesos:    me vio. (PAUSA, SE VUELVE HACIA EL BOLAS)              Me hizo la seña de que lo aguante.          El Bolas:  Traigo una cruz de aquellas, la neta.       El         Calmado, ahorita nos la curamos.            Huesos:                                                El Bolas:  A ver si no se echa pa atrás.               El         Nel, yo anoche le hablé por teléfono,       Huesos:    quedamos en que no había tos.               Eustaquio: (SALIENDO) ¿Qué pasó Huesos? qué tal                   Bolas.                                      El Bolas:  Quiúbole ése.                               El         ¿Qué onda Taquio? Sácate una caguama y      Huesos:    ahorita cotorreamos ¿no?                    Eustaquio: Claro Huesos, espérame. (ENTRA EN LA                   TIENDA)                                     El         ¿Ya viste que no hay cuete?                 Huesos:                                                El Bolas:  Simón ya lo vi.                             Eustaquio: (SALE CON LA CERVEZA) A ver Huesos aquí                está, y bien fría.                          El         ¡Uy qué veloz! así me gusta, preste pa cá.  Huesos:                                                El Bolas:  (MIENTRAS EL HUESOS LE TOMA) ¡Ya! presta               pa la orquesta.                             El         Ahí te va, agarra tu ritmo hijín.           Huesos:                                                Eustaquio: Bueno, primero se la curan, porque luego               te tengo una sorpresa, Huesos.              El         Ya me tienes la pachocha lista ¿no?         Huesos:                                                Eustaquio: Sí, pero no son cincuenta como quedamos.                                                           El         ¡Ah no! si es menos, nel Taquio ¿eh?        Huesos:                                                Eustaquio: Ay no, cómo crees, la sorpresa es que te               voy a pagar junto de una vez.               El         ¿Te cae? Que buena onda ¿Oíste Bolas?       Huesos:    ¡quinientos del águila! Ora si ya nos                  cambió la suerte.                           El Bolas:  Pero ¿por cuánto tiempo, ése?               El         Eso vale madres, lo bueno es que con esta   Huesos:    feria la podemos pasar de pelos en el                  congal.                                     El Bolas:  (SE ESTREMECE LIGERAMENTE) Nel... yo                   ahorita sólo me la quiero curar.            El         (LO MIRA UN TANTO EXTRAÑADO) Como quieras   Huesos:    carnal, ya sabes. Taquio tráenos otra                  caguama de una vez ¿no?                     Eustaquio: Este,... bueno, voy por ella, y de paso te             traigo el dinero, para ya estar a mano.     El         ¡Vientos! Pa que se anime acá estrella,     Huesos:    que anda muy aplatanado.                    Eustaquio: Voy a pedirle el dinero a mi mamá, ella lo             tiene. (ENTRA EN LA TIENDA)                 El         Aliviánate Bolas, te veo muy agüitado.      Huesos:                                                El Bolas:  Nel, es que me saca de onda lo de anoche,              me cai.                                     El         Pues olvídalo hijo, total, estábamos        Huesos:    dormidos ¿o no?                             El Bolas:  ¡No mames! tú sabes que ese güey nomás nos             apendejó con las pastillas, yo sentí                   cuando me estaba acá, pero no podía hacer              nada, no tenía fuerzas ¡Vale mierda!        El         Calmado, ya no pienses en eso mejor.        Huesos:                                                El Bolas:  Sentí cuando me sacó arrastrando hasta la              calle y después a ti, como si fuéramos                 perros muertos ¡hijo de su puta! (SE LE                AHOGA LA VOZ POR LA RABIA)                  

El         Te digo que es mejor ya no acordarse de     Huesos:    eso, Bolas.  Yo creo que ya nos tocaba, ni             pedo.  De todos modos son cosas que a                  cualquiera le pueden pasar, hijo.  Nos                 tocó a nosotros, ¿ya qué? Lo jodido, quién             nos lo va a quitar. Ora sí que como dice               el dicho: "Al mal tiempo, buena cara", así             que sonríe, carnal.                         El Bolas:  ¡Uta pinche Huesos! hablas como si te                  hubiera gustado, ése.                       El         ¡Nel cómo crees!  Me cae que no.            Huesos:                                                El Bolas:  Ora me vas a salir con que tú también te               vuelves puñalón, igual que el Pancho, ése.  El         Ni máis, pero agarra la onda de que         Huesos:    tampoco me voy a poner a llorar.  Además,              fíjate bien en lo que te voy a decir,                  carnal: El tiempo todo lo cura; y tan es               así, que te aseguro que de aquí a unos                 días, ya se nos olvido todo, me corto un               güevo si no.                                El Bolas:  ¡No me salgas con esas pendejadas, Huesos!             esto no es cosa de risa, me cae.            El         Tampoco es para estar ahí, clavado,         Huesos:    pensando en eso todo el tiempo.  ¡Total,               ya pasó! ¡Ya olvídalo!                      El Bolas:  Simón, para tí es muy fácil ¿no? (TOMA UN              BUEN TRAGO DE CERVEZA, LUEGO COMIENZA A                GRITAR CON IRONÍA)  ¡Mis mejores cuates se             volvieron maricones! ¡Se les cayó la mano!             ¡A mis cuadernos de pronto les gustó la de             hacer gente! ¡Véanlos! ¡Aquí tienen a uno!             ¡Véanlo!                                    El         ¡Ya chántala Bolas! ¡No me hagas            Huesos:    encabronar!                                 El Bolas:  ¿Por qué no te encabronas con el puto que              nos jodió y le vamos a partir la madre,                hijo?                                       El         Porque luego vamos a traer a los judas      Huesos:    pisándonos los talones, tiene amigos ahí,              neta que  nos la parte fácil.               El Bolas:  Nel, si la sabemos hacer bien, nos hacen               los puros mandados, por ésta.  (HACE LA                SEÑAL DE LA CRUZ).                          El         Y si no, tú se los vas hacer a ellos ¿no?,  Huesos:    yo ahí sí no le arriesgo, me cae.           El Bolas:  ¡Uy para eso me gustabas! Mi mejor gallo               se me echó.                                 El         ¡Para tu carro hijo! Porque si no, aquí     Huesos:    vale todo, serio.                           El Bolas:  (RETÁNDOLO) ¡Pues ya valió! ¿Cómo ves?      El         ¿Cómo veo qué güey? Mejor chántala Bolas,   Huesos:    no te quiero golpear.                       El Bolas:  (BURLÁNDOSE) ¡Ja! no me hagas reír ése, si             un simple puñal te asusta, a mi me vas ¿a              qué?                                        El         Tú lo quisiste Bolas, conste que te lo      Huesos:    advertí carnal, somos cuates, pero no hay              tos, porque ya me tienes hasta la madre.    El Bolas:  ¡Vámonos recio!, te voy a enseñar cómo se              madrea a los maricones.                     El         (MIENTRAS AMBOS SE ABALANZAN A GOLPES)      Huesos:    ¡Vas a enseñarle a tu chingada madre!                  (DURANTE UNOS MOMENTOS SE ENFRASCAN EN UNA             VIOLENTA LUCHA, HASTA QUE EL HUESOS LOGRA              TIRAR A EL BOLAS, QUE SANGRA DE LA NARIZ,              EL HUESOS PARADO LO MIRA JADEANTE, SACA DE             SU BOLSA UN PAÑUELO Y SE LO DA.  EL BOLAS              SE LEVANTA LIMPIÁNDOSE).                                                                           

El         Discúlpame carnal, pero es que eres más     Huesos:    terco que una mula, serio.                  El Bolas:  No hay cuete, me ganaste y eso vale,                   chócala.                                    El         (LE DA LA MANO)  ¿Cómo te sientes?          Huesos:                                                El Bolas:  Vientos, ya me siento menos acelerado.                 (EL BOLAS LE PASA EL BRAZO POR EL HOMBRO               EN ACTITUD DE AGRADECIMIENTO.  SALE                    EUSTAQUIO CON LA CERVEZA Y UN SOBRE EN LAS             MANOS).                                     Eustaquio: Ay discúlpenme, pero es que le estaba                  ayudando a mi mamá a limpiar la                        trastienda, ten Huesos.                     El         (TOMA EL SOBRE)  A ver presta ¿aquí está    Huesos:    la feria?                                   Eustaquio: Sí, mi mamá te los puso en el sobre.                   (REPARA EN EL BOLAS QUE SE LIMPIA LA                   NARIZ)  ¿Qué te pasó Bolas?                 El Bolas:  Nel nada, no me pasa nada.                  El         (BROMEANDO)  ¿Qué te importa hijo eh?  ¿te  Huesos:    interesa? No te creas, pásame la chela y               tú no te alucines.                          Eustaquio: ¿Pero qué le pasó? Mira.                                                                           El         ¡Oh usted aguante vara.  (TOMA UN TRAGO DE  Huesos:    CERVEZA Y SE LA DA A EL BOLAS) Llégale                 hijin, con esto se te para la sangre, y si             no, al menos se te va al estómago.  (A                 EUSTAQUIO).  Golpes de la vida.             Eustaquio: (COMPRENDIENDO)  Pues que vida la de                   ustedes.                                    El         (SACA EL DINERO DEL SOBRE Y SE LO COLOCA    Huesos:    EN LA FRENTE)  ¡Mira Bolas! Con dinerito a             la vista, no hay vieja que se resista,                 ¡anímate ése! que esta noche las putitas               nos esperan con sus patitas abiertas.       Eustaquio: ¡Huesos! qué cosas se te ocurren, pero                 Bolas está muy serio.                       El Bolas:  (SOBREPONIÉNDOSE)  Nel, estoy bien, no hay             cuete.                                      Eustaquio: Bueno Huesos, ya te pagué, no te debo nada             ¿verdad?                                    El         Estamos amarillos (LE MUESTRA EL DINERO)    Huesos:    con esto aquí queda todo.                   Eustaquio: Entonces no se vayan a enojar pero ya                  váyanse de aquí por favor, ¿sí?             El         Y eso, ¿por qué o qué?                      Huesos:                                                Eustaquio: Ay Huesos, ustedes ya saben por que, no se             hagan.                                      El         Te habla Bolas ¿cómo ves?                   Huesos:                                                El Bolas:  Como quieras, a mí me da igual.             Eustaquio: En serio Huesos, ustedes saben bien que si             mis clientas los ven aquí tomando, no                  vienen a comprar porque las agarran como               pila de agua bendita cuando andan                      borrachos.                                  El         Como crees Taquio, ni que fuéramos tan      Huesos:    pelafustanes, si hasta nos quieren un                  resto los vecinos.                          Eustaquio: (ENOJADO) ¡Sí como no! por eso tengo la                tienda llena de gente, ¿verdad? ¡A ver                 ayúdenme a despachar que no me doy abasto!             ¡Ändenle!                                   El         Cámara Taquio, no hagas bilis tan           Huesos:    temprano, nomás nos tomamos esta y                     piramos, serio.                             Eustaquio: Pero conste Huesos ¿eh?.  A ver tómenle.                                                           El         ¡Oh,  tú llégale a tu changarro ése!        Huesos:                                                Eustaquio: Bueno, pero se la toman rápido por favor.              (ENTRA EN LA TIENDA).                       El Bolas:  Tengo una idea Huesos, lo podemos cazar                hoy en la noche, cuando llegue a su                    chante.                                     El         ¡Uta! ¿le sigue la vasca al niño?           Huesos:                                                El Bolas:  Déjame explicarte cual es el plan, y hasta             vas a estar de acuerdo conmigo, tú nomás               acá.                                        El         Suéltala pues.                              Huesos:                                                El Bolas:  Ya te dije que esto no se queda así, yo sé             que está pesado con la tira, pero lo                   podemos madrugar, en serio.                 El         ¿Qué no la agarras Bolas? ¿Qué no           Huesos:    entiendes que lo grueso viene después?      El Bolas:  (LO LLEVA DERECHA ABAJO Y EN TONO                      CONFABULATORIO DICE)  A eso voy, mira,                 primero le damos una de perro bailarín que             lo mandemos al hospital, después, con esa              feria que traes nos piramos de aquí.                   Tengo unos tíos en Perros Bravos Nuevo                 León, allá no nos encuentra ni a mentadas              de  madre, además mis primos nos pueden                conseguir trabajo Huesos ¿cómo ves?         El         Nel, pues está bien ése. (SE SACUDE LA      Huesos:    ROPA) Pero la neta, yo no quiero trabajar.  El Bolas:  ¿Por qué?                                   El         Es que no sé hacer nada, carnal.            Huesos:                                                El Bolas:  No hay pedo, aunque sea de macuarros pero              allá la hacemos.                            El         ¿Macuarro? Nel, yo paso, ese jale es para   Huesos:    burros, no para nosotros Bolas.             El Bolas:  Pero es el único trabajo donde no te piden             papeles, que yo sepa.                       El         Mejor ya olvida ese rollo, pa que nos       Huesos:    metemos en broncas ¿Qué tal si nos echan               el guante?                                  El Bolas:  No nos ven ni el polvo, estoy seguro.       El         Quién sabe, los judas están picudos.        Huesos:                                                El Bolas:  Yo sé, pero si hacemos lo que te digo...    El         (LO INTERRUMPE)  Calmantes, vámonos         Huesos:    entendiendo. Si nos pescan, ese güey nos               refunde en la pinta por un buen raun                   ¿estamos?                                   El Bolas:  Nel, pero...                                El         Tranquilo, dejame explicarte. Si caemos     Huesos:    ahí, fíjate, nos va a ir peor de lo que                nos fue anoche y sin pastas de dormir                  Bolas,  en cuanto sepan por qué caímos,                los gandallas de la cárcel nos van a                   querer dar pa dentro, ¿la agarras por qué              te digo que no?                             El Bolas:  (LO PIENSA)  Si eso nos puede pasar, ni                máis.  (CON RABIA CONTENIDA)  A mí ya no               me la vuelven hacer ni aunque me maten,                ¡primero se mueren!                         El         Bueno, tampoco es para tanto carnal, mejor  Huesos:    olvídalo y deja de ponerte así.             El Bolas:  Qué saque de onda Huesos, me siento raro.   El         ¿Te duele algo o qué pedo?                  Huesos:                                                El Bolas:  No me duele nada, pero como que se me                  vienen a la cabeza muchas ondas y no sé                que me pasa... Ayer me valía madre todo y              hoy, no sé... Creí que era la cruda...                 Pásame la chela, no hay cuete.              El         Nos tomamos ésta y nos vamos a la cantina   Huesos:    a esperar la botana, y en la noche vamos               al congal con las putas a pasarla de                   agasajo para olvidarnos de todo hijo.       El Bolas:  Yo tengo que ir antes a mi casa, Huesos,               ya sabes, pa que mí jefa vea que ando                  bien, si no se alucina hablando a todas                partes.                                     El         Por eso no hay fijón carnal, ¿sabes qué?,   Huesos.    ora sí nos vamos a coger a la güerita                  culona ¿te acuerdas?                        El Bolas:  (CASI PARA SI MISMO)  Nel, yo me aliviano              solo.                                       El         (RECORDANDO)  Cobra como ciento cincuenta   Huesos:    o doscientos, no hay tos, ora si traigo                con que pagarle su pedorrito, y con chance             y ni le pago. pásame un trago.              El Bolas:  (ENSIMISMADO)  Nel, me cae que mí jefa es              a todo dar, ten Huesos, llégale.            El         Estamos bien y la vamos a pasar mejor, vas  Huesos:    a ver en la noche ése ¿o no?  (EL BOLAS SE             HA QUEDADO CON LA MIRADA FIJA, SU ROSTRO               REFLEJA ANGUSTIA Y CONFUSIÓN.  EL HUESOS               SE DESCONCIERTA Y SÓLO LO MIRA, EN ESTE                MOMENTO APARECE PANCHO POR LA DERECHA).     El         ¡Mírenlos cómo camellan!  Ya sabía que      Pancho:    aquí los iba a apañar. ¿Qué onda?           El Bolas:  (CON APARENTE NORMALIDAD)  Quiúbole                    Pancho.                                     El         ¿Qué onda Panchito?  ¿De dónde tan          Huesos:    temprano?                                   El         De por ahí, de talonear una chamba,         Pancho:    carnal.                                     El         ¿Y eso por qué? ¿Ya te corrió tu jefa por   Huesos:    güevón?                                     El         Nel, tú sabes que ella no me haría eso.     Pancho:                                                El Bolas:  Es cierto, hasta a nosotros nos trata bien             cuando vamos a tu chante.                   El         Bueno y entonces, ¿qué? ¿Conseguiste algo?  Huesos:                                                El         Simón, mañana comienzo, entro a las siete.  Pancho:                                                El Bolas:  Vientos, ése.                               El         Todavía están solicitando gente, sería      Pancho:    bueno que le cayeran los dos.               El         ¡Uy, ya no nos mantengas!                   Huesos:                                                El         Serio Huesos, no es cotorreo, ahí la        Pancho:    pueden hacer, hay chamba, de veras.         El         Nel, ya sabes que si yo trabajo me da       Huesos:    cáncer.                                     El         Ahí muere, contigo no se puede.  Ahora les  Pancho:    quiero decir algo a los dos como cuates                que somos, sobre lo que pasó anoche ésos.   El Bolas:  ¡Nel, yo paso! ¡De eso ya ni máis!          El         Aguanta Bolas.  No es de lo mismo.          Huesos:                                                El         Nada más quiero saber si vamos a seguir     Pancho:    acá, siendo cuates como lo hemos sido                  siempre, ¿o qué pedo? Pero espérame aquí               falta alguien.  (SE ASOMA A LA TIENDA)                 ¡Eustaquio ven! (SE VUELVE)  Bueno, el                 rollo es que después de lo de anoche ya no             soy el que ustedes conocían.                Eustaquio: (LLEGANDO) ¡Pancho! ¿A qué hora llegaste?                                                          El         Hace un rato.  (LO TOCA LIGERAMENTE DEL     Pancho:    HOMBRE, LUEGO SE REPRIME) Acá Eustaquio                les va a decir lo que vamos hacer.          Eustaquio: ¿De qué Pancho?                                                                                    El         (INTERCAMBIAN MIRADAS DE COMPLICIDAD QUE    Pancho:    LOS OTROS NO CAPTAN)  Lo que hablamos.      Eustaquio: ¡Ah sí!  Pancho y yo, vamos a vivir juntos             aquí con mi mamá, en la casa.               Huesos:    ¡Cámara qué tal! Ëchate ese trompo a la                uña, Bolas.                                 El         Es cosa seria Huesos, me cae.  Por eso fui  Pancho:    a buscar trabajo, porque ya soy otro, se               los digo como amigos que somos, ¿o van a               dejar de ser mis cuates por eso?            El         Nel, nel, por mí como siempre, ya sabes,    Huesos:    acá chidos.                                 El         ¿Y tú que piensas Bolas?                    Pancho:                                                El Bolas:  Pues muchas ondas, pero lo mismo, de todos             modos eres El Pancho, ¿o no?                

El         Simón.  Entonces les quiero pedir que no    Pancho:    nos agarren de cotorreo a Eustaquio y a                mí, que aunque anden hasta el moño nos                 respeten acá nuestra onda, ¿cómo la ven?               ¿La hacemos así?                            El         La hacemos, si es tu rollo, yo contigo      Huesos:    igual neta.  ¿O no Bolas?                   El Bolas:  No hay tos, por mí tampoco hay tos.         El         Ya sabía que no me iban a fallar, por algo  Pancho:    hemos sido como uña y mugre los tres, ¿no?  El         ¡Oh abuelita que sí!                        Huesos:                                                Eustaquio: (SE APOYA EN EL HOMBRO DE PANCHO PARA                  QUITARSE RÁPIDAMENTE)  Yo la verdad, no sé             que decir... Estoy feliz, no saben cuanto.  El         Con que no digas nada está bien Taquio, no  Huesos:    hay cuete.                                  El Bolas:  ¿Dónde está la chamba que dijiste Pancho?   El         (SACA UN RECORTE DE PERIÓDICO) Aquí en      Pancho:    corto, mira ésta es la dirección.  Si le               quieres caer ahí la haces, serio.           El Bolas:  Con chance y mañana le llego, ya me estoy              animando.                                   El         ¡No te azotes Bolas, ¿cómo vas a trabajar   Huesos:    tú, hijo?                                   El         ¿Por qué no Huesos? Además es su bronca,    Pancho:    déjalo.                                     El         Nel Pancho, es que nosotros no nacimos      Huesos:    para eso.                                   El         A lo mejor tú no, ¿pero por qué hablas por  Pancho:    los dos?                                    El         Es que yo conozco a estrella más que tú,    Huesos:    neta.  Siempre que quiere acá chambear le              da diarrea, ¿qué no hijín?                  El Bolas:  Déjate de jaladas, esto va en serio.        El         ¡Uy que loco! Lo que quiero es que no te    Huesos:    eches a perder y encima me cagas.  (PAUSA)              ¡Hey!  ¡Miren lo que viene acá! ¡Mira                 Bolas que buenas están!                     Eustaquio: Ay si, mira Pancho, de las que te conté                anoche.  Ellas son las nuevas en el                    barrio.                                     El         ¿Las conoces Taquio?  Presenta, ¿no?        Huesos:                                                Eustaquio: ¡Claro Huesos! Pero deja que lleguen.                                                              El         Pues se ven bien, Eustaquio.                Pancho:                                                El         ¡Están de agasajo! ¿Qué Bolas? ¿Las         Huesos:    invitamos al cine?                          El Bolas:  Nel, yo ahorita paso.  (APARECEN POR EL                LATERAL IZQUIERDO DOS MUCHACHAS BASTANTE               BONITAS).                                   Berenice:  Hola Eustaquio, ¿cómo estás?                Eustaquio: Bien Bere, muy bien.                                                                               Karina:    ¿Qué tal darlin?, ¿cómo te trata la vida?   Eustaquio: Ay Kari no te imaginas, ¿y ustedes cómo                están?                                      Karina:    ¿Tú cómo nos ves? Porque yo, no es por                 nada, pero me siento como Santa Elena.      Eustaquio: Yo las veo divinas a las dos, muy bonitas.                                                         Berenice:  No sabes, yo cada día me siento más                    realizada.                                  El         Simón, pero ¿saben qué? yo las miro         Huesos:    todavía más divinas y bonitas que El                   Eustaquio, neta que sí.                     Berenice:  Ay que muchacho tan mono.  (A EUSTAQUIO)               ¿Es tu amigo?                               Eustaquio: ¡Perdón! Las voy a presentar, ellas son:               Berenice y Karina.                          Karina:    Hola, ¿qué tal chicos?                      Berenice:  (COQUETEA AL HUESOS)  Encantada y mucho                gusto ¿eh?                                  El         (LES DA LA MANO)  Mucho gusto, me llamo     Huesos:    Celestino, pero pueden decirme El Huesos               para entrar en confianza, todos me conocen             así.                                        Eustaquio: El es Pancho, mi pareja desde anoche.       _                                                      Karina:    Muchas felicidades a los dos.               El         Gracias y mucho gusto.  (MIENTRAS TANTO EL  Pancho:    BOLAS SE HA APARTADO DEL GRUPO).            Eustaquio: Y él es Bolas, otro amigo.                                                                         El Bolas:  (DESDE DERECHA ABAJO) Quiúbole.             Berenice:  (AL HUESOS SIN DEJAR DE MIRARSE) Me caes               muy bien, eh, se ve que eres buena onda.    El         A tus órdenes, tú también me gustas mucho,  Huesos:    eres bien bonita, serio.                    Karina:    Bueno querida, dejemos la frivolidad para              después, venimos a comprar, Eustaquio ¿nos             puedes vender algunas cosas para nuestra               nueva casa darlin?                          Eustaquio: Ay claro, pasen,  lo que se les ofrezca,               ya saben.                                   Berenice:  No nos despedimos, ¿eh?                     El         Nel, aquí las aguantamos.  (ENTRAN EN LA    Huesos:    TIENDA).                                    El Bolas:  Yo ya me voy Huesos, ahí la vemos Pancho.   El         ¿Cómo que te vas?  ¡Hazme el paro con       Huesos:    Karina, hijo! A mí Berenice ya me tiró el              calzón ¿Qué no viste?                       El Bolas:  Simón pero yo no la hago, yo paso, Huesos.  El         Aliviánate Bolas, te desconozco hijín.      Huesos:                                                El Bolas;  Nel, ya te dije hace rato que no me siento             bien, mejor le caigo a mi chante.           El         ¡Pero si están como quieren carnal! ¿Me     Huesos:    vas a dejar morir solo? ¿Qué no te gustan?  El Bolas:  No sé, ahorita no quiero nada, mejor ahí               muere.                                      El         No se me aceleren, vengan.  (LOS LLEVA      Pancho:    HACIA PROSCENIO)  No hagan mucho irigote               con lo que les voy a decir,  No son                    mujeres.  Son chavos vestidos de mujer, de             veras.                                      El         ¡Uy ése! No te mediste ¿Qué no viste que    Huesos:    piernas? ¿Qué tetas? Ora si te la volaste              con esa; Pancho.                            El         Aguanta hijo, es que se inyectan, se        Pancho:    depilan y no sé que más madres se hacen.               Eustaquio me lo dijo anoche; son                       trasvestis, es neta, no es cuento.          El Bolas:  ¡En la madre! ¿Y tienen acá, como                      nosotros?                                   El         Cincho, aunque todo lo demás sea como de    Pancho:    mujer.                                      El         Pero si están más bonitas que muchas        Huesos:    viejas.                                     El         Sólo que tienen una diferencia que les      Pancho:    cuelga, ahí tú sabes si les llegas.         El         ¡Uta pues...! (DUDA UN INSTANTE) ¿Vamos a   Huesos:    ver qué onda no, Bolas?                     El Bolas:  Nel..., no vayas Huesos, mejor córtalos,               se te van a voltear.                        El         Estos no son así. Que no ves que les gusta  Huesos:    ser mujercitas.                             El Bolas:  Nel Huesos, no las peles, te pueden...                 serio que córtalas mejor. (EN ESTE MOMENTO             SALEN DE LA TIENDA CON UNA BOLSA DE CARTÓN             EN LOS BRAZOS. EUSTAQUIO SE QUEDA PARADO               EN EL MARCO DE LA PUERTA)                   Berenice:  ¡Qué bárbaro! con razón te ves tan                     contento.                                   Karina:    Bueno darlin, felicidades eguen y gracias              por todo, luego nos vemos, ¡chao niños!     El         Hasta luego.                                Pancho:                                                Berenice:  Nos vemos Huesos, adiós a todos, chicos.    El         Oye, ¿ven tantito no? Quiero decirte una    Huesos:    onda.                                       Berenice:  A ver, espérame Karina, ahorita vuelvo.     Karina:    Me alcanzas mejor, porque ésta bolsa pesa              mucho.                                      Eustaquio: (DESDE LA PUERTA MIENTRAS KARINA SALE DE               ESCENA)                                                ¡Pancho! ¡Ayúdame a mover unas cajas por               favor! ¿Sí?                                                                                        El         ¡Sale! Nos vemos luego ésos. (ENTRA EN LA   Pancho:    TIENDA)                                     Berenice:  A ver Huesos, dime, ¿para qué soy buena?    El         ¿Buena?, Pues mira. Ya nos dijeron que      Huesos:    rollo con ustedes, pero por eso no hay                 bronca...                                   Berenice:  (RETADORA) ¿Y por qué tendría que haberla?  El         Nel, por nada, tienes razón. Dime, ¿te      Huesos:    gustaría que tú y yo acá, chido?            Berenice:  Hum, déjame pensarlo (PAUSA, LO OBSERVA)               Por qué no, me gustas bastante.             El         ¡Vientos! Ahora te quiero preguntar... ¿Tú  Huesos:    crees que Karina la quiera hacer con mi                amigo?                                      Berenice:  ¿Con él? (SEÑALA AL BOLAS QUE HA                       PERMANECIDO EN PROSCENIO OBSERVANDO LA                 ESCENA PASMADO). Bueno, no está tan mal                que digamos, pero en caso de que no                    quiera, yo sé cómo convencerla, tráelo.     El         ¡Bolas! ¡Ya se nos hizo vámonos! ¡Te está   Huesos:    esperando Karina, hijo!                     El Bolas:  Nel Huesos, ¡A mí ya no me la hacen ni                 aunque me maten! ¡Ya te lo dije, me cai!    Berenice:  ¿De qué te habla?                           El         De nada, espérate. Bolas,  aliviánate ¿o    Huesos:    qué onda?                                   El Bolas:  Nel, a mí ya no me llevas a ningún lado                ése. ¡Antes se las parto a todos! ¡Por mi              jefa que sí!                                Berenice:  ¿Qué le pasa a tu amigo? Si no quiere                  venir, no entiendo para que me preguntaste             lo que me preguntaste. ¡Vámonos! (LO JALA,             PERO ÉL LA DETIENE UN POCO)                 El         ¡Bolas! ¡Te dije que no te clavaras en      Huesos:    eso! ¡Lo demás tú te lo pierdes! ¡Míralo               güey! ¡Está bien bonita ese! ¡y te la vas              a perder por...                             

Berenice:  ¡Ya déjalo y vámonos! Total. (SALEN. EL                BOLAS CAMINA HACIA LA BANQUETA MIRÁNDOLOS              ALEJARSE. SE FROTA EL PECHO PENSATIVO,                 INCONSCIENTEMENTE HACE UN GESTO DE PLACER.             DE PRONTO SE DA CUENTA DEL HECHO Y QUEDA               PROFUNDAMENTE DESCONCERTADO. OSCURO)        


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